«Ancelotti es el mejor del mundo, ojalá me entrenara en el Madrid y en Brasil», dijo Vinicius Jr después del triunfo del equipo blanco ante el Chelsea en la ida de los cuartos de final de la Champions League. La estrella brasileña apuesta por una vía inédita en la entidad merengue, pero sí aplicada a otros entrenadores de renombre en el pasado como representa el caso de Guus Hiddink.
El técnico holandés se hizo cargó del PSV Eindhoven y la selección de Australia en 2006, mientras que en 2009 hizo la misma operación llevando el timón del Chelsea mientras ejercía como entrenador de la selección rusa. Ese espejo es en el que se podría mirar un Carlo Ancelotti que tiene conquistadas a las estrellas de la selección carioca como demuestra su magnífica relación con el mencionado Vinicius, Militao o Rodrygo.
Carletto sabe que la Confederación Brasileña de Fútbol le está esperando después de no haber anunciado aún un seleccionador fijo tras la salida de Tite. El italiano, sin embargo, no está por la labor de abandonar el Real Madrid si la temporada termina en éxito ganando la Champions y la Copa del Rey. El preparador, visto lo visto, podría agarrarse a la sugerencia de un Vinicius Jr que le quiere como su jefe para siempre.
El Real Madrid nunca ha vivido una situación de entrenador-seleccionador en toda su historia siendo Jose Mourinho el que quizá más cerca estuvo de conseguirlo después de una crisis en la selección portuguesa. El conjunto luso le ofreció en 2010 ser el entrenador del equipo nacional de cara a la Eurocopa 2012, pero el club blanco no dio su brazo a torcer pese a la insistencia del técnico.
En el caso de Ancelotti, tampoco parece que se hará una excepción pese a la sugerencia de Vinicius Jr. El técnico ha sido criticado en algunas ocasiones por el exceso de días libres del equipo y otro cargo quizá le haría no poder abarcar toda la carga de trabajo en condiciones óptimas. Brasil y el Madrid parecen incompatibles a día de hoy.
Ancelotti sabe que, de fichar por Brasil, aspirará a convertirse en el mejor entrenador de la historia de manera indiscutible. Con todas las grandes ligas europeas en su palmarés, además de cuatro Champions, ganar el Mundial de 2026 con Brasil le encumbraría como alguien único e irrepetible en la historia del fútbol. Los brasileños sueñan con ello, pero la evidencia es que la vía Guus Hiddink está cerrada para Carletto a día de hoy.
